Las despedidas de soltero son uno de los temas habituales en comedias gamberras y excesivas que hacen humor de la "masculinidad".
Es difícil pensar en una de esas reuniones de amigotes con peores consecuencias que las de Very Bad Things, y quizás sea por eso que la película de Todd Philips no se centra tanto en las burradas que los protagonistas han hecho en la última juerga de soltero de uno de ellos, sino en saber cómo lograrán salir de un monumental lío y, sobre todo, en la estrategia narrativa en sí.
Doug (Justin Bartha) se casa, así que sus dos mejores amigos, Phil (Bradley Cooper) y Stu (Ed Helmes), junto al estrafalario hermano de la novia Alan(Zach Galifianakis) deciden pasar una noche en Las Vegas para celebrarlo.
Doug (Justin Bartha) se casa, así que sus dos mejores amigos, Phil (Bradley Cooper) y Stu (Ed Helmes), junto al estrafalario hermano de la novia Alan(Zach Galifianakis) deciden pasar una noche en Las Vegas para celebrarlo.
Allí se van los cuatro: llegan al hotel, se ponen guapos, y toman la primera copa. Después de eso, una enorme elipsis que dura toda la noche, y Todd Philips pasa a mostrarnos la mañana después: la suitte de hotel destrozada, una muñeca hinchable en la bañera, gallinas correteando a su aire, un tigre en el baño, un bebé de más y un diente de menos. ¿Qué es lo que ha pasado? El espectador sabe lo mismo que los protagonistas, que no recuerdan nada de nada y, para colmo, falta el novio.
A partir de ahí, los tres que quedan emprenden una investigación para averiguar no sólo lo que ha ocurrido, sino alguna pista que les lleve a encontar a Doug y poder llegar a tiempo para la boda. De esta falta de información, y de los sorprendentes descubrimientos que los tres amigos vayan haciendo sale la clave de la gracia de esta película, en la que el espectador está en vilo tratando de encontrar una justificación a lo que ha visto en esa habitación post-noche loca.
Las confusiones y los acontecimientos inesperados marcarán la pauta de esta divertida comedia en la que, por extraño que parezca, hay escasez de elementos machistas y vulgares. Todo un logro, como el impensado cameo de Mike Tyson.
A partir de ahí, los tres que quedan emprenden una investigación para averiguar no sólo lo que ha ocurrido, sino alguna pista que les lleve a encontar a Doug y poder llegar a tiempo para la boda. De esta falta de información, y de los sorprendentes descubrimientos que los tres amigos vayan haciendo sale la clave de la gracia de esta película, en la que el espectador está en vilo tratando de encontrar una justificación a lo que ha visto en esa habitación post-noche loca.
Las confusiones y los acontecimientos inesperados marcarán la pauta de esta divertida comedia en la que, por extraño que parezca, hay escasez de elementos machistas y vulgares. Todo un logro, como el impensado cameo de Mike Tyson.
Resacón en Las Vegas es una película agradable, divertida y de esas que a nadie le importaría repasar dentro de un tiempo.
Ojalá hicieran más así ya que no hay ni un solo segundo de aburrimiento y tiene unos golpes de humor increibles, atención a Alan, el hermano de la novia (el de las barbas, buenisimo)
Mi puntuación sobre esta película respecto a su genero es de 89/100.
No hay comentarios:
Publicar un comentario