Son muchas las leyendas que cáen sobre Elvis, principalmente acerca de su muerte, pero es una la que tiene más fuerza. Según cuentan, dos horas después de su muerte, un hombre llamado John Burrows sacó un billete de avión con dirección a Argentina.
Lo peculiar de este hombre es que era muy parecido a Elvis y lo más sorprendente es que el nombre con el que firmó era el seudónimo muchas veces utilizado por "El rey" para preservar su intimidad en hoteles y restaurantes a los que acudía.
Años después Burrows, con el nombre artístico de Orion, comenzó a cantar imitando a Elvis y sus espectáculos eran muy parecidos, pero llevaba un antifaz que le cubría parte de la cara, con lo que se empezó a especular que este hombre en realidad era Presley.
Seguramente esto no se podrá comprobar nunca debido a que Orion murió en el 1998. Algunos datos que contribuyen a esta leyenda son los hechos de que el segundo nombre de Elvis esté mal escrito en su tumba, Aarón en vez de Aron, que es el nombre que figura en su partida de bautismo. Otro dato es el hecho de que la familia de Elvis no haya cobrado aún el millonario seguro de vida.
En EE.UU. no es delito fingir tu propia muerte, pero sí lo és fingirla y cobrar el seguro. Elvis deseaba ser enterrado junto a su madre en el Jardín de la Meditación de su mansión de Graceland, pero su tumba no la pusieron a su lado como era su voluntad.
Se dice que "El rey" estaba cansado de la fama, del éxito y de la ajetreada vida que llevaba después de pasar su trago más duro, su divorcio con Priscilla (de la que estaba muy enamorado) que lo dejaría inmerso en un profundo estado de depresión del que nunca se recuperó.
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