lunes, 4 de enero de 2010

LA HISTORIA DE LOS REYES MAGOS

La tradición más difundida cuenta que vinieron de Oriente siendo guiados por una estrella que les condujo hacia Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús).

Antes de llegar, encontraron al rey Herodes en la ciudad de Jerusalén, quien astútamente les pidió que, cuando iniciasen el regreso, hablaran con él para decirle el sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así, poder ir él también a adorarle. (en realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes.

La historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los tres reyes magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el mismo camino. Parece ser que, sólo por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran cuatro, siete y hasta doce.

La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). La imagen que puede verse es un mosaico que representa una procesión de tres personajes vestidos de persa en actitud de ofrecer lo que llevan en las manos a una virgen que se encuentra sentada en un trono y tiene al niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar...

Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa).

Otra leyenda cuenta que, después de la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba. Allí fueron bautizados y consagrados obispos. Después fueron martirizados en el año 70 y depositados en el mismo sarcófago. Los restos fueron llevados a Constantinopla. Posteriormente, fueron trasladados a Colonia, donde hoy reposan con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia.

Miles de peregrinos empezaron a llegar a Colonia, lo que propició que en 1248 se iniciara la construcción de la catedral de Colonia, que llevaría más de 600 años terminarla.

Hoy día es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa siendo uno de los grandes centros de peregrinación del mundo.

Aquí tenéis el gran sarcófago dorado que según la tradición guarda los restos así como las vestiduras y reliquias de los tres reyes magos en la catedral de Colonia.
Etiquetas: Curiosidades

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