miércoles, 3 de marzo de 2010

CONVULSIONES EN NIÑOS DEBIDO A LA FIEBRE


Las convulsiones febriles en niños pequeños son convulsiones causadas por fiebre. Durante las convulsiones febriles, los niños a menudo pierden la conciencia y se extremecen, moviendo las extremidades en ambos lados del cuerpo. La mayoría de las convulsiones febriles duran un minuto o dos, aunque algunas pueden ser tan breves como algunos segundos y otras pueden durar por más de 15 minutos. La mayoría de las convulsiones febriles ocurren durante el primer día de la fiebre en el niño.

Aproximadamente uno de cada 25 niños tendrá por lo menos un episodio de convulsiones febriles, Las convulsiones febriles usualmente ocurren en niños entre las edades de 6 meses a 5 años y son particularmente comunes en niños que están en la edad de aprender a caminar. Los niños rara vez desarrollan su primera convulsión febril antes de los 6 meses o después de los 3 años de edad. Cuanto más avanzada sea la edad del niño que tenga su primera convulsión febril menor es la probabilidad de que el niño sufra otras.


Apesar de que pueden ser aterradoras para los padres, la gran mayoría de las convulsiones febriles son inofensivas. Durante una convulsión, existe una pequeña posibilidad de que el niño sufra daño si se cae o se ahoga por alimento o saliva en la boca. El dar los primeros auxilios apropiados para convulsiones puede ayudar a evitar estos peligros.

No hay evidencia de que las convulsiones febriles causen daño cerebral. Estudios extensos han encontrado que los niños con convulsiones febriles tienen logros escolares normales y se desempeñan en exámenes del intelecto igual de bien que los hermanos que no padecen convulsiones. Aun en los casos raros de convulsiones muy prolongadas (más de una hora), la mayoría de los niños se reponen completamente.

Alrededor del 95 al 98 porciento de los niños que han experimentado convulsiones febriles no desarrollan epilepsia por lo cual sólo uno de cada 100 desarrolla epilepsia después de una convulsión febril.


Los padres deben permanecer calmados y observar cuidadosamente al niño. Para prevenir heridas accidentales, se debe colocar al niño en una superficie protegida tal como el suelo o la tierra. El niño no debe ser aguantado o restringido durante la convulsión. Para prevenir ahogos, el niño se debe poner de lado o sobre su estómago. Si es posible, uno de los padres debe sacar cuidadosamente cualquier objeto de la boca del niño. Mire la hora para saber exactamente cuanto dura la convulsión. Llame a los servicios de emergencias y siga en todo momento sus indicaciones. Los padres nunca deben poner ningún objeto en la boca del niño durante una convulsión. Objetos colocados en la boca pueden romperse y obstruir el pasaje respiratorio del niño. El niño debe ser llevado inmediatamente al hospital más cercano. Esto es especialmente urgente si el niño muestra los síntomas de cuello rígido, letargo extremo o vómitos abundantes.

¿Qué hacer si el niño tiene mucha fiebre?

Pregunte a su pediatra cual es el medicamento que mejor le conviene a su hijo para bajar la fiebre, siempre es bueno tener en casa algún medicamento como Apiretal o Dalsy (aunque el niño no presente síntomas siempre se ha de tener ya que la fiebre puede presentarse en cualquier momento y a cualquier hora), dámdole exactamente la cantidad especificada en el prospecto.

Si no ha convulsionado pero presenta una temperatura de más de 39 grados, desnúdelo e intente disminuir la temperatura por medio de compresas de agua fría o incluso bañándolo con agua tibia,

Nunca automedique al niño con medicamentos anticonvulsantes debido a los efectos secundarios potenciales y porque su efectividad en prevenir tales convulsiones es discutible.

1 comentario: