lunes, 22 de febrero de 2010

TUTANKAMON


TUTANKAMON, cuya tumba llena de tesoros descubrió Howard Carter en 1922.


La causa de su prematura muerte basados en exámenes de ADN concluyen que la combinación de malaria con una enfermedad ósea contribuyeron a la muerte del faraón niño cuando tenía 19 años (cuando llevaba nueve reinando), hacia el 1324 a.C.


El estudio confirma además la teoría más extendida de que su padre fue Akenatón, conocido como el faraón hereje por haber instaurado en Egipto el culto a un solo dios, Atón, y por haber reinado junto a la hermosa Nefertiti, que le dio seis hijas.


FRACTURA EN LA PIERNA.


El análisis de la momia, ha revelado la presencia del parásito Plasmodium falciparum, causante de la malaria. Además, el estudio diagnostica en Tutankamón el mal de Kohler II, un trastorno óseo que deteriora las articulaciones pero que por sí solo no causa la muerte. Los científicos añaden que la fractura de una pierna, probablemente a causa de una caída, derivó en una enfermedad crónica, una necrosis ósea vascular, que suele producirse por la falta temporal de flujo sanguíneo en el hueso, y que eso, combinado con la infección por malaria, le produjo la muerte. Esta conclusión se apoya también en el hecho de que en su tumba se hallaron bastones y una farmacia para la vida del más allá.


Los investigadores comandados por Hawas no han descubierto ni en Tutankamón ni en su padre, Akenatón, signos de que sufrieran ginecomastia (desarrollo de los pechos en varones) o el síndrome de Marfan (crecimiento de la longitud de los miembros) desmintiendo así una de las hipótesis más difundidas y abonada por el particular estilo del arte del periodo de Amarna, que representaba sus figuras con aspecto andrógino o afeminado.


(La foto muestra, según los científicos, el aspecto que tendría Tutankamón antes de su muerte)

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