Saludos a todos los lectores de este humilde blog, como veis vuelvo a los mandos de la casa del patillas, despues de tanto tiempo desconectado merecía la pena volver y contaros la experiencia en el parque temático de Sevilla Isla Mágica visitado por un servidor el 26 de diciembre de 2011. No soy fan de las atracciones y es por eso que solo he ido en una ocasión a este parque en su apertura y ya casi no lo recordaba.
1º- Vamos a aparcar.
Cuando he pasado por Isla Magica en otras ocasiones he visionado que justo enfrente de la puerta hay un parking, pero !oh no!, después de esperar durante diez minutos la cola para acceder al mismo leo en un cartel que es exclusivo para clientes con pases de temporada, y que el otro parking del parque se encuentra a unos cien o doscientos metros, ok, me dispongo a ir al otro y después de esperar por supuesto otros diez minutos de cola leo que el día completo vale cinco euros, un parking propio de isla mágica que cobra a sus clientes aparte de los veintidos euros que vale su entrada, bueno, aparco muy al fondo y desde el coche a la entrada del parque tenemos unos diez minutos andando a buen paso.
2º- Vamos a sacar las entradas.
Veinte minutos de cola, cuarenta y cuatro euros (mi mujer y yo, mi hijo entra gratis por ser menos de cinco años) y cinco euros del aparcamiento, van un total de cuarenta y nueve euros, antes de entrar nos comentan que no se puede acceder al parque con comida o bebida y que disponemos de unas consignas para guardarla al módico precio de dos euros, es decir, metes en una maquina dos euros y te devuelve una ficha que vale para la consigna, solo puedes usarla una vez, en el momento que cierras la consigna la moneda se pierde y cuando la abres ya no puedes volver a cerrar, todavía no hemos entrado al parque y ya llevamos gastado cincuenta y un euros.
Debido a la crisis, la fecha de final de mes, los juguetes de los reyes magos, los gastos navideños, la coincidencia de que en el otro lado de la ciudad se ha abierto para estas fechas un parque de ocio infantil/juvenil y un largo etc me hacía pensar que no iba a haber mucha gente pero mi gozo en un pozo, no estaba abarrotado pero las clásicas colas siguen caracterizando este parque.
Como os he comentado antes no soy yo persona que le gusten las atracciones, aun así no hay mucha variedad (al menos en estas fechas), el jaguar y poco más.
El ambientado navideño deja mucho que desear, solo te sentirás en navidad al principio del parque, la zona conocida como Sevilla, puerto de indias, la nieve que nos venden en su anuncio de la tele no son más que trozitos de espuma que se dan en un rinconcito de dos metros cuadrados, lo blanco que se ve en el suelo y en el alto de la muralla es un decorado, a ver, no esperaba eskies ni trineos pero si que me esperaba al menos una maquina de nieve artificial o algo más realista que me trasladara a un poblado norteño o nevado, al menos por el precio de la entrada debería de ser así.
Lo que realmente me llamaba la atención cuando vi el programa de la entrada son los karts, el cine 4d y las lagobolas (bolas en las que te metes dentro y puedes correr y hacer el tonto encima del agua) pero una vez más mi decepción vino cuando vi que los karts había que pagarlo aparte (diez euros, el tiempo ni lo pregunté), la lagobola por supuesto también tenía tarifa, cuatro euros que no es mucho pero yo me hago una pregunta, ¿para que llevo yo gastado ya cincuenta y un euros si lo que me gusta del parque lo tengo que pagar aparte?.
Después de una vuelta familiarizándonos con el recinto intentamos entrar a la proyección 4d, pero la cola era interminable y decidimos volver más tarde, entre que montamos a nuestro hijo en algunas atracciones y nos hicimos las típicas fotos de recuerdo llegó la hora de comer, salimos y nos comimos los bocatas allí fuera de pie porque los bordillos que hay cerca estaban todos ocupados, mi decepción iba in crescendo pero bueno hemos ido a pasar un buen día y quiero hacerlo.
Volvimos al cine para ver si esta vez había menos gente pero para nada, la cola seguía igual o mayor que antes, aburrido volví a tirar de programa y optamos por ver un espectáculo, vaya, por fin algo bueno, los trabajadores se vuelcan y te hacen disfrutar, sin duda es lo mejor que tiene el parque.
Después de la exhibición de aves rapaces (muy bueno aunque nada nuevo)nos decidimos a tomar un cafecito con churros, dos vasitos de chocolate, dos raciones de churros y una coca cola, ocho euros con sesenta centimos, hicimos tiempo para ver la salida de los reyes magos en una especie de pasacalles e intentamos por última vez irnos corriendo al cine para poder ver el espectáculo pero acababa de terminar la última función, así que salí de alli con las frustación de haberme gastado sesenta euros para ver a algunas personas disfrazadas de una cosa y una hora después de otra, comiendo de pie y en la calle y con el coche demasiado lejos para lo que ha costado, por lo tanto mi valoración es la siguiente.
relación calidad precio- 1/10
aparcamiento y accesos- 4/10
precios interiores de comidas y bebidas- 2/10
personal amable-comprometido- 8/10
ambientación- 3/10
tiempo de espera en colas- 2/10
calidad en atracciones- 4/10
variedad de atracciones- 3/10
Valoración final- 3/10 No recomendable, por el dinero que me he gastado allí podría haber echo cosas mas que divertidas, comiendo en condiciones, disfrutar del cine e ir a cualquier parque de bolas con mi hijo.
Este parque está más enfocado al verano por lo que sus atracciones principalmente son de agua y la amplia mayoría se encontraban cerradas al igual que los ambigús y restaurantes, por lo que en mi opinión deberían adaptarse a lo que el parque puede ofrecerle a los clientes y poner precios más competitivos en estas fechas.
Y hasta aquí la valoración de esta visita, prometo volver a estar al pie del cañón en los días venideros, saludos para todos y felices fiestas.